viernes, 13 de junio de 2014

JOSÉ LUIS SAMPEDRO

¿Quién era José Luis Sampedro? Seguramente alguno de vosotros (si no todos) hayáis oído hablar de él alguna vez. Para mí, José Luis Sampedro era un revolucionario. Un revolucionario pacífico que es, junto con el también recientemente fallecido Stéphane Hessel, el referente del 15-M. Economista y humanista, opuesto al capitalismo por tratarse de un mercado dominado por los poderosos, luchó por la regeneración social y moral del hombre, y logró despertar el interés de los jóvenes, lo cual es, a mi parecer, lo más importante.

En estos tiempos, con la famosa crisis económica, no debería extrañarnos que mucha gente cuestione el capitalismo (tampoco es la primera vez, sólo hay que recordar el crack del 29 y el consecuente ascenso del fascismo). José Luis Sampedro afirmaba que esta crisis es el fin del capitalismo, que no funciona. ¿Qué tiene de libre este mercado? Como decía él: “¿Libertad? Vaya a un supermercado sin dinero y verá lo libre que es”, “¿Libertad para quién?”. No se trata de una crisis financiera, sino de una crisis del sistema.
Pero lo más importante no es el hecho de criticar el capitalismo como modelo de mercado injusto o desigual: cada cual tendrá sus opiniones y no es sencillo proponer una solución o una alternativa. Lo más importante es el espíritu crítico, la capacidad de pensar por sí mismo y no dejarse influenciar, de tener las ideas claras y ser coherente con ellas. Sampedro denunciaba la impasividad, aquello que le indignaba era la indiferencia: la gente no hace crítica, sino que repite lo que oye, acepta la creencia que le proponen los medios de comunicación que, como todo el mundo sabe (y, al parecer, tiene asumido), están al servicio de los más poderosos. José Luis decía: “Del sida en África, o de la falta de educación, no habla nadie porque no interesa al poder”.
Además de la injusticia social que existe tanto en los países desarrollados como en los del Tercer Mundo, podemos deducir otra cosa de todo esto: ¿Somos realmente libres? ¿Existe la libertad de pensamiento o, desde pequeños, nos enseñan dogmas, nos educan para ser sumisos, para no pensar por nosotros mismos? ¿Somos, además, esclavos del consumo, del dinero?
Indignarse, protestar ante las injusticias y, sobre todo, actuar. Saber decir “No”. De eso se trata. El mensaje es bien simple: si no te gusta lo que hay, no esperes a que las cosas se solucionen solas. Eres tú quien debe cambiarlas. Somos todos. Y sabemos por experiencia que se puede hacer.

Es interesante ver cómo un hombre tan mayor continuó animando y apoyando a los jóvenes a cambiar el mundo en el que vivimos hasta el final de su vida. Deberíamos contagiarnos del espíritu crítico de José Luis Sampedro y ser aprendices de nosotros mismos, sacar lo mejor que tenemos y ponerlo al servicio de los demás (porque, como decía él, solos, por separado, somos muy poca cosa). Aunque Sampedro ya no esté físicamente presente, este espíritu ha calado en muchos jóvenes. Se trata del legado de un hombre que supo convertir su conocimiento en sabiduría.
Rima S.

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